¡La respuesta es un rotundo SÍ!
Una de las preguntas que recibimos en la consulta con bastante frecuencia es acerca del papel del flúor en nuestra boca, ¿Es realmente beneficioso o tiene un papel tóxico en nuestro cuerpo? ¿ Tiene realmente un efecto anticaries?
Antes de responder debemos saber que la caries es una enfermedad infectocontagiosa, considerada con la más alta prevalencia a nivel mundial, y puede evitarse perfectamente mediante el uso de medidas preventivas adecuadas.
Cuando ocurre la caries, se produce la disolución química de los tejidos duros del diente gracias a producción de ácidos de las bacterias causantes que colonizan la placa dental.
Ahora, el mecanismo de acción exacto del flúor como agente preventivo de la caries hoy en día, aún no está totalmente comprendido. Continúa siendo investigado. Sin embargo, sabemos que el flúor:
▪ Inhibe el metabolismo de la placa dental
▪ Altera la composición de la placa
▪ Afecta la formación de la placa bacteriana sobre las superficies de los dientes
▪ Inhibe la capacidad de las bacterias que componen la placa de formar grandes cantidades de ácido al metabolizar restos de carbohidratos
▪ Inhibe el proceso de desmineralización de los dientes
▪ Los depósitos de fluoruro de calcio que quedan en la superficie dentaría tras una aplicación tópica actúan como reservorio de flúor
▪ Los reservorios de flúor pueden disminuir el pH crítico de disolución del cristal de hidroxiapatita, lo cual quiere decir que se requerirá un pH bucal más ácido para que ocurra la disolución del esmalte
▪ El flúor vuelve la superficie dentaria más resistente a los ácidos presentes en boca
▪ El flúor favorece la remineralización de la superficie del esmalte dental
Por lo que podemos decir que la presencia de flúor en el medio bucal induce la precipitación de fluorapatita en la estructura dentaria siendo capaz de contrarrestar la desmineralización generada por la producción de ácidos bacterinos dentro de la placa dental.
Se necesitan concentraciones muy reducidas para lograr este efecto positivo en la prevención de la caries dental. Con cantidades muy pequeñas de flúor presente en boca logramos un efecto local deseado y reducimos al mínimo el riesgo de padecer de fluorosis (trastorno producido por la ingesta excesiva y prolongada de fúor)
¿Es de ayuda el flúor cuando ya se ha iniciado la caries?
Sin lugar a dudas, continúa ofreciendo beneficios. Aún cuando ha habido una desmineralización significativa y se ha iniciado una caries incipiente (de mancha blanca, no cavitada), el flúor continúa jugando un papel importante ya que si bien no puede rellenar por completo el área porosa produciendo suficiente precipitación de fluorapatita, puede igualmente detener el avance de la lesión cariosa.
Dicho de otra manera, si se han dado las condiciones para que se inicie una lesión de caries que ha desmineralizado la superficie dentaria, sin embargo, esta desmineralización aún no ha causado una perforación en el diente (lo cual sería el siguiente paso si continuara avanzando), la presencia de flúor en boca nos ayudaría a detener su avance, aunque no pueda remineralizar totalmente las zonas del esmalte que se han opacado.
¿Cómo podemos lograr esa concentración de flúor necesaria en boca para prevenir o detener el avance de lesiones cariosas?
Métodos de administración de flúor:
▪ Comunitarios: Como por ejemplo la fluoruración de las aguas de consumo o de la sal de mesa, por lo que la población no sólo bebería esa agua, sino que la utilizaría para cocinar, aumentando significativamente sus beneficios ya que el flúor actuará al ser masticado el alimento y luego al segregarse en saliva tras su ingesta.
▪ Individuales: Como por ejemplo el uso de colutorios o enjuages, y pasta dental fluorurada.
▪ Profesionales: Como por ejemplo geles y barnices fluorados.
Recomendamos que te hagas una aplicación de flúor con tu dentista por lo menos tres veces al año para evitar nuevas lesiones de caries.